Proyecto inspirado en las leyendas urbanas de la Ciudad de Buenos Aires, específicamente en la de Felicitas Guerrero. Felicitas Guerrero de Alzaga fue una de las mujeres más bellas y ricas de Buenos Aires durante el siglo XIX, pero una maldición hizo que jamás descansara en paz. A los 15 años fue obligada a casarse con un hombre mucho mayor, Martín de Alzaga, con quien tuvo 2 hijos (uno murió a los 6 años y el otro nació sin vida). Tras la muerte de su esposo, quedó viuda y heredera de una gran fortuna, lo que le dio una independencia poco común para la época. Años después, se enamoró de un joven llamado Samuel Sáenz Valiente. Sin embargo, otro hombre, Enrique Ocampo, obsesionado con ella, no pudo aceptar su rechazo. El 30 de enero de 1872, Enrique fue a visitarla para insistir una vez más. Discutieron, y cuando ella le pidió que se fuera, él le disparó en el abdomen. Felicitas murió ese mismo día. La ciudad entera asistió a su velorio. Su historia se volvió leyenda: la bella joven asesinada por amor y celos. Su familia construyó la Iglesia de Santa Felicitas en su honor, ubicada en Barracas, frente a lo que era su antigua casa. LA CIUDAD NO OLVIDA A QUIENES MURIERON AMANDO.